Hay alimentos sencillos que son muy beneficiosos para nuestra salud, uno de ellos es el altramuz. Es muy popular en Andalucía donde se suele comer como aperitivo o tapa.
El altramuz es una leguminosa perteneciente al género de Lupinus.
Las propiedades de los altramuces:
– 38% de proteínas.
– 24% de hidratos de carbono.
– 24% de fibra vegetal bruta (la OMS recomienda 35gr de fibra para mantener el aparato digestivo en perfectas condiciones).
– 7,5% de minerales o 7,6 mg de hierro (casi el doble de una ración de espinacas) o 180 mg. de calcio 100ml. de leche tiene 120mg.)
– Y lo más sorprendente: ¡sólo un 6% de grasa insaturada!
Beneficios de comer altramuces:
– la estimulación de la renovación de células.
– Regular los niveles de azúcar en la sangre ( por su propiedades hipoglucemiantes)
– Reducir el ácido úrico .
– Reducir el colesterol.
– Favorecer el tránsito intestinal por su cantidad de fibra y oligoelementos. (su porcentaje es mayor que en la soja).
También aporta Zinc, el potasio, fósforo, magnesio, vitaminas del grupo B y vitamina E. Aunque el aporte del altramuz en grasas es alto hay que tener en cuenta que estamos hablando de ácidos grasos, cuyo aporte es beneficioso.
ORIGEN
El origen del consumo es situado por algunas autores en Egipto, aunque otros opinan que fue introducido en la época grecorromana, llegado de Mesopotamia y a partir de ahí transportados por los fenicios por todo el mediterráneo.
Los romanos usaban las semillas del altramuz como sustituto de las monedas en sus juegos, de donde viene el refrán: «lupinus del mummus» (un pedacito de dinero falso).
También existen referencias antiguas en América (conocido en la zona como tarwi); en especial en Perú y Chile, donde fueron utilizados como alimento básico. Con la dominación europea, los hábitos alimenticios cambiaron, deteriorándose así la salud de los pobladores de los Andes (Antúnez de Manolo, 1980).
Ya en Europa, el rey de Prusia Federico II El Grande, conocedor de las virtudes de este alimento, ordenó su plantación en numerosas tierras de Alemania en 1783 (Borchard, 1881).
El altramuz es una de las más antiguas leguminosas cultivadas y que por sus características proteínicas fue uno de los pilares alimenticios de todos los pueblos del Mediterráneo.
Su nombre deriva del árabe at-turmus