La fresa es un fruto rojo por fuera y blanco en su interior que proviene de una planta salvaje que crece de forma espontánea en los bosques de Europa, por lo tanto, cuando hablamos de fresas realmente nos estamos refiriendo al fresón. El fresón es un híbrido que por el tamaño superior de sus frutos ha sustituido a las especies silvestres locales y representa el 99% de la fruta que se comercializa bajo el nombre de fresa.
Actualmente existen más de 1000 variedades de fresa-fresón y entre las más comercializadas destacan:
– Reina de los valles: Es la variedad más común en el mercado español. Sus frutos son muy pequeños, de color rojo blanquecino a rojo intenso y su pulpa es de sabor dulce.
– Carisma: Esta variedad destaca por ser precoz y muy productiva ya que se adapta a todo tipo de suelos y climas. Sus frutos son de gran tamaño, poseen forma cónica y un color rojo suave.
– Pájaro: Esta variedad produce fresones de forma cónica, su pulpa es firme y posee un uniforme color rojo brillante.
– Camarosa: Variedad californiana muy precoz que presenta un fruto grande de color rojo brillante y de buen sabor.
– Oso grande: También es una variedad californiana y aunque tiene tendencia a rajarse presenta buena resistencia al transporte. Su fruto es de calibre grueso y buen sabor, presenta un color rojo anaranjado y su forma es de cuña achatada.
– Cartuno: Produce frutos de forma cónica perfecta y con calibre muy uniforme, su color es rojo brillante y su sabor muy azucarado.
– Tudla: Esta variedad destaca por su resistencia al transporte y a la clorosis férrica. Produce frutos grandes y alargados de color rojo intenso.
– Selva: Es la variedad más tardía, se comercializan desde mediados de julio hasta finales de septiembre.
– Irwing: Variedad que produce frutos con forma redondeada y de un color rojo mate.
Si vas a cultivarlas aquí puedes ver cómo y cuándo plantar las fresas en tu huerto.