La gran variedad y riqueza de comidas de la provincia de Sevilla viene determinada por la sencillez, la calidad de los productos y por el uso del aceite de oliva como base principal de sus deliciosos y genuinos platos.
La cocina sevillana se caracteriza por la creación de unos platos muy sencillos, sabrosos y con un estilo propio. Aunque son innumerables las recetas tradicionales de la cocina sevillana, os ofrecemos 10 de los platos que más la representa.
Son 10 recetas ancestrales, con influencias de diferentes culturas que se han fusionado entre sí para el deleite de nuestro paladar.
– Huevos a la flamenca: Es un referente en la cultura gastronómica de Sevilla. Se trata de un sencillo, exquisito, colorido y alegre plato en el que los guisantes, pimientos morrones, patatas, cebolla, tomates son cocinados y posteriormente horneados en una cazuela de barro junto al chorizo, el jamón serrano y los huevos.
– Espinacas con garbanzos: Una receta muy tradicional que se puede degustar en cualquier época del año, especialmente en Semana Santa. Unas sencillas espinacas combinadas con los populares garbanzos son aderezadas magistralmente para crear un plato gourmet.
– Caracoles: Su preparación varía mucho de un pueblo a otro y, ya sean caracoles en salsa o con tomate, cuando llega el buen tiempo constituyen un manjar imprescindible en la mayoría de las terrazas y hogares sevillanos.
– Sangre encebollada o con tomate: La casquería forma parte de la cocina tradicional sevillana. La sangre encebollada o con tomate ha sobrevivido a las nuevas tendencias culinarias y actualmente se ofrece en numerosos bares y restaurantes como uno de sus platos estrella.
– Pavía de bacalao: Es un plato muy sencillo que consiste en tiras de bacalao desalado y rebozados que al freírse adquieren un color dorado y una textura suave y crujiente.
– Papas aliñás: Un plato humilde, fresco y muy popular, pero no por ello menos exquisito, que tiene como protagonista a la patata. Patatas nuevas cocidas y acompañadas con cebolla, perejil fresco, sal gorda, vinagre de vino y aceite de oliva son la base de este delicioso entrante. Opcionalmente se puede añadir huevos duros, atún, tomate y pimiento.
– Callos sevillanos: Aunque los callos se consumen por toda la geografía española, los callos sevillanos tienen un sabor único y una textura suave y algo fibrosa que hacen que este plato sea diferente y muy especial.
– Migas con chorizo: Plato muy típico en toda la provincia de Sevilla, aunque cada localidad tiene su propia forma de elaboración. Pan del día anterior, ajos, sal, aceite de oliva, longanizas y chorizo son los ingredientes básicos para poder saborear este humilde plato como manda la tradición: en el campo, cuchara en mano y paso atrás.
– Poleás: De origen campesino, esta especie de gachas dulces representa a la cocina más básica y popular de la gastronomía sevillana. Harina, leche condimentada y aromatizada con limón, especias y licor de anís son los principales ingredientes de este ancestral plato.
– Yemas de San Leandro: La repostería conventual tiene un papel importantísimo en la cultura gastronómica del pueblo sevillano. Las Yemas de San Leandro son unos dulces realizados con yemas de huevo, azúcar, vainilla y limón por las monjas Agustinas del convento de San Leandro.
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