El laurel es posiblemente una de las hierbas más utilizadas en nuestra gastronomía. Esta es una especie que pertenece a la familia de las Lauráceas (en donde también encontramos el aguacatero o el canelero, entre otros). Se trata de un árbol que puede llegar a alcanzar los 10 metros de altura, caracterizado por un tronco recto y grisáceo y por una copa densa en la que crecen estas hojas aromáticas. Su origen hay que situarlo en los países del Mediterráneo, con climas cálidos y templados. En general, es muy sensible a las zonas frías y con heladas, así como a algunos parásitos como la cochinilla, la sila o los pulgones.
El laurel, además de ser un condimento indispensable en muchas recetas, es también una planta con múltiples propiedades terapéuticas y medicinales. Está especialmente indicado para personas inapetentes, por ejemplo, pues al contener cineol y eugenol contribuye a estimular el apetito. De igual forma, el laurel reduce la formación de gases en el estómago, la hinchazón abdominal, contiene sustancias antibacterianas y mejora la función del aparato respiratorio, favoreciendo la expulsión de mucosidades. Se puede preparar en forma de infusión o utilizar como ingrediente en caldos y guisos, retirando las hojas antes de servir. En ocasiones las hojas se trituran y se añaden a las comidas para darles un sabor aún más intenso.
¿Qué tipo de tierra necesitamos para plantar el laurel?
Se recomienda una tierra seca y con profundidad.
¿Cuándo debemos plantarlo?
Podemos plantar el laurel en los meses de Marzo y Abril.
¿Cuándo tenemos que recolectarla?
Desde un mes de después de la plantación en adelante.
Consejos y cuidados para el buen cultivo del laurel:
– Necesita exposición al sol.
– Se puede plantar en una pequeña jardinera de 40 cm de diámetro.
– No soporta muy bien el frío, por eso se recomienda plantarlo en primavera.