A pesar de que el bacalao es un pescado no tan habitual en Andalucía, su uso está cada vez más extendido y son numerosas las recetas que lo incluyen entre sus ingredientes y que forman parte de nuestra cultura gastronómica. El bacalao se puede preparar de muchas maneras. Una de ellas es en salsa de tomate, un guiso lleno de sabor y matices que gustará a toda la familia.
Ingredientes:
– 3 o 4 lomos de bacalao
– Harina
– Aceite de oliva
– 1 cebolla grande
– 3 o 4 tomates rojos y maduros
– 2 dientes de ajo
– Perejil picado
– Pimentón dulce
– Azúcar
– Sal
Instrucciones:
El bacalao es un pescado muy salado. Por ello es necesario poner los lomos en agua durante al menos 48 horas antes de cocinarlo. Renueva el agua dos o tres veces, pues así esta técnica resultará más efectiva.
Cuando esté apto para consumir, se escurre lo máximo posible y se pasa por harina para rebozarlo.
A continuación se cubre una sartén con aceite de oliva y se fríe el pescado. Es importante no cocinarlo demasiado, sólo hasta que esté ligeramente dorado por fuera. Cuando hayamos terminado, se reserva el bacalao frito y se continúa preparando la salsa de tomate. Para que ésta mantenga el sabor del pescado vamos a utilizar el mismo aceite de oliva que empleamos en la fritura.
Cuando esté caliente se añade la cebolla cortada muy finita y los dientes de ajo, hasta que queden bien pochados y de color transparente. Entonces incorporamos el perejil picado, una cucharadita de pimentón dulce, los tomates (que previamente habremos pelado y triturado), una pizca de sal y un pellizco de azúcar para restar la acidez.
Dejamos la salsa unos 20 o 25 minutos a fuego lento y, antes de apartarla, introducimos el bacalao y continuamos cocinando durante otros 10 minutos para que se mezclen los sabores. Si lo prefieres, también puedes pasar la salsa por la batidora para hacerla más homogénea y suave. En cualquier caso, el resultado será un plato muy sabroso y nutritivo.